Final fantasy XIV: A Realm Reborn es a la vez un remake y una secuela del Final Fantasy XIV original . Han pasado cinco años desde que la guerra contra el Imperio Garlean dio lugar a la séptima Era Umbral de Eorzea. Durante esta guerra, el Imperio derribó a la luna menor Dalamud e invocó al gran dragón Bahamut, lo que provocó la destrucción de la mayor parte de Eorzea. Cinco años después, gracias a héroes misteriosos, los "Héroes de la Luz", Eorza ha sido reconstruida. Sin embargo, los ciudadanos de las Naciones de Eorzea no pueden recordar con claridad lo que sucedió.
El juego conserva la mayoría de las características de Final Fantasy XIV (lugares, clases, especies y sistema de combate), pero cada área ha sido completamente rediseñada y el jugador ahora puede elegir crear un Miqo'te masculino o una Roegadyn femenina que no eran jugables en el juego original. También se introduce una nueva clase, Arcanist, así como los trabajos de Summoner y Scholar. El jugador ya no puede elegir dónde comenzar; la Ciudad-Estado inicial está determinada por la clase del personaje, ya que el gremio para cada clase se encuentra en una Ciudad-Estado diferente.
Los personajes suben de nivel ganando puntos de experiencia al derrotar enemigos, completar misiones, fabricar objetos o recolectar materiales y cristales. Al subir de nivel, las estadísticas del personaje aumentan y se adquieren nuevas habilidades y rasgos. El jugador puede cambiar libremente de clase equipando diferentes herramientas, cada clase tiene su propio conjunto de experiencia y habilidades. El conjunto de habilidades de cada personaje es personalizado; el jugador establece qué habilidades (elegidas de las habilidades de la clase principal y algunas de los conjuntos de habilidades de otras clases) aparecerán en la barra de acción.
La Armería ahora permite al jugador mantener las piezas de equipo ordenadas en diferentes cajas (todas las armas de mano principales juntas, todas las armaduras juntas, etc.) en lugar de en el inventario. El equipo primero debe trasladarse del inventario a la Armería. El movimiento se facilita con la adición de una función de salto para evitar quedarse atascado en pequeñas cornisas y obstáculos.